lunes, 23 de enero de 2012
Yolanda Soler
Yolanda Soler
Em dic Yolanda Soler i tinc 25 anys, d’aquí un mes en tindré
26. A casa no ens ha faltat mai de res, classe mitja. Sempre he estat molt
somiadora, per caràcter i també perque la vida ma deixat temps per fer-ho. El
meu somni d’adolescent era ser actriu, feia teatre a l’institut i m’agradava
montar-me les meves històries al cap. Tanmateix, al acabar batxillerat vaig
adonar-me’n de que preferia estar darrere el teló/càmera i vaig decidir
estudiar la llicenciatura en Comunicació Audiovisual. Vaig escollir estudiar
carrera sobretot impulsada pels meus pares que em van convèncer de que em
permetria tenir millor feina i sou que uns estudis inferiors. Vaig marxar a
estudiar i viure a Vic on vaig madurar i experimentar i els darrers mesos de la
carrera els vaig passar a Tampere (Finlàndia) on vaig compartir classe amb
estudiants de tot Europa.
Quan vaig acabar aquesta etapa vaig tornar a Tarragona a casa
els pares, després d’uns mesos dubtant si quedar-me a Finlàndia fent qualsevol
feina o tornar a casa i buscar treball de lo meu. Finalment vaig decidir tornar
per agafar encarar-me a la realitat del món laboral. Ja fa quatre anys de tot
això i el màxim de temps que he treballat gràcies a la carrera de Comunicació
Audiovisual és de dos mesos i amb contracte de pràctiques. He anat saltant de
treball temporal en treball temporal, cosa que ha fet que porti quatre anys
estancada en la mateixa situació; visc a casa dels pares i els avis i sóc
dependent d’ells perquè no tinc ingressos fixos. Quan vaig tornar de l’Erasmus
sabia que em trobaria amb aquesta situació, però mai vaig pensar que durés tant
de temps.
Aquesta és la meva situació i la de molta gent de la meva
generació. Ens eduquen am la idea de que hem d'estudiar molt per obtenir
després una bona recompensa en el món laboral tenint un alt càrrec. No ens han
deixat conformar-nos en estudiar un ofici, hem d’aspirar a estudiar per ser els
encarregats o directors. També molts provenim de famílies benestants, els
nostres pares van treballar moltíssim per poder tenir un bon nivell de vida i
oferir-nos uns bons estudis per tal de treballar menys i guanyar més. Aquest
coixí en el que hem crescut ens ha donat molt de temps per somiar, sortir de
festa, conèixer món i veure totes les possibilitats que la vida ens pot donar,
fabricant-nos grans aspiracions a la vida. Malauradament hem acabat els nostres
estudis en un context de crisi econòmica i amb molta competència laboral que ha
frustrat les nostres idees de futur. Els anys passen i res millora, més aviat
al contrari, i molts vivim estancats en un limbo que ens impedeix evolucionar
com a persones en una etapa en la que ja hauríem d’estar gaudint de la nostra
independència.
jueves, 19 de enero de 2012
Sara Rodríguez
Sara Lorena Rodríguez Sabaté 1992
Aprender, explorar...
Mi objetivo es trabajar en el mundo del arte, para eso debo obtener todo tipo de experiencias, trabajar y abrirme a los regalos de la vida. Continuamente transitar caminos creativos y aprender de ellos.
Para conseguirlo pienso que la mejor opción es especializarme en cosas que actualmente demanda la sociedad; especialmente el mundo de la informática y la publicidad... Aprender y poco a poco ir adquiriendo nuevos conocimientos; con ellos abrir puertas por donde poder explorar los regalos de la vida.
Joana Sánchez Santana
El devenir viene, eso es todo
No espero impaciente el futuro.
Nuestros pasos son importantes.
Los cambios que hoy realice, aquello que pueda a aprender, será mi fruto mañana.
La multitud de errores que cometeré, ¡no quiero ni pensarlos!
Procuraré trabajar en todos las acciones que me ayuden a saber con sosiego, a ser mejor persona y a compartir armonía con los que me rodean.
Meritxell Merino
Meritxell Merino Marín. 1992
¡Es maravillosa!
¡Es maravillosa!
Me han hecho falta 19 años para percatarme de algo que te recuerdan los padres y los abuelos todos los días. Antes los escuchaba y decía:
¡cansinos!
Ahora que me doy cuenta de que es cierto digo:
¡mierda!
No pierdas el tiempo. En el mundo únicamente quedará de ti las cosas importantes que crees, que logres y que hagas por los demás. Es por eso que debes crearte unas buenas memorias, para poder relatarlas (quizás en una autobiografía). Poder contar que no has perdido el tiempo, que has hecho todo lo que te has propuesto, que has vivido muchas experiencias, que la vida es una continua lucha y que por eso…
¡Pienso que la vida es maravillosa!
lunes, 16 de enero de 2012
sábado, 14 de enero de 2012
El final de la ilusión
Ana Karenina
Generación: 1980-1992
En la grieta del tiempo se han caído mis años, ¡ya
casi no soy de este mundo…! Pero tengo incrustada la luz del alba en los ojos y
la vida me regala una dosis de energía que tengo que administrar, cada día me
alimento de los elixires del sol y les digo a mis alumnos:
Estáis en la edad de oro, el futuro es vuestro,
¡administradlo bien!
La sociedad del bienestar ha creado una fisura tan
grande como la que ha devorado mis años; es el pozo sin fondo de las
perversiones. En su vientre ha nacido una planta insaciable; el que la toca es
consumido al instante, queda aletargado, embrujado, paralizado; como en
salmuera y con los labios cosidos. Estos jóvenes la han tocado, la han bebido y
se han salvado de su encantamiento de milagro; quizá han quedado un poco
confusos, pero se han salvado. Son los hijos de la década de oro, se han hecho
adultos y ahora se presentan ante el mundo con un panorama desolado; ellos no
son los culpables.
El tiempo consume las voluntades, las ilusiones, los
proyectos y las esperanzas. La nueva realidad nos ha puesto a todos en el final
de la ilusión; ¡es el inicio de una nueva era! Des de el derrumbe de la las
torres gemelas y la Iª guerra de Irak estamos en transito, esperamos cambios
fundamentales que acomoden la vida y parece que entramos al paso en una época
oscura y sin apoyos para orientarnos: es la antesala de la incertidumbre.
Se trata de una generación amplia, sin perfiles de
edad, sin cometidos históricos definidos y sin fronteras que limiten su
libertad. Están expectantes ante su futuro y dudan ya que la duda es un acto de
sabiduría; se preguntan y titubean. En ocasiones piensan que no hay futuro y
quedan desolados, en otras construyen ciudades de ensueño pero saben
distinguirlas perfectamente y no se comprometen con ellas.
Se les ha llamado la generación perdida; en cambio es
posiblemente que sea la generación más informada que ha dado España jamás.
Están prevenidos y formados, son nobles, buenas personas, solidarios y con la
mente abierta para experimentar los cambios más asombrosos: Son maduros con
aspecto de niños; ¡ya de nada se espantan! En general no tienen demasiados
alabeos políticos y están abiertos al devenir con grandes dosis de esperanza.
Se les ha colgado el epíteto de NI-NIs,
(ni estudian ni trabajan). En los últimos años es posible que el rendimiento
escolar sea bajo; para algunos no es su mayor motivación instruirse… También hay
que entenderlo, no es muy alentador estudiar una carrera para vender ropa o trabajar
de cajera por 1000 euros al mes. Eso teniendo suerte y poder trabajar.
Color índigo
Ellos mismos se han llamado los
niños índigo, un color clave en la interpretación de la autentica sabiduría, la
dignidad humana, la creatividad en las cosas asumibles, la independencia moral
y política, la serenidad ante los avatares del devenir… Los índigo son aptos
para el cambio y muy capaces para transgredir las normas…
El índigo es un color que equilibra
la mente; los psiquiatras lo utilizan para ayudar a superar las obsesiones y ahuyentar
los miedos e incertidumbres. Es un color muy activo en los lazos de la psique y
crea equilibrios en situaciones desequilibradas. Su luminosidad se relaciona con
la actividad del cerebro y es un estimulante de la imaginación y afianza la
inteligencia intuitiva. El color índigo es sedante y ayuda a calmar las
tensiones y el estrés.
El devenir…
Se da por hecho
que será una generación más pobre que lo fueron sus padres. ¡No lo pueden
consentir! Son herederos de un futuro incierto, pero también heredan un país
con recursos: museos, bibliotecas, carreteras, buenos ferrocarriles, puertos,
reservas de agua, tierras de cultivo, un clima inigualable y una tecnología
como nunca se llegó a soñar…
¿Será verdad la pérdida de una generación? ¿Vais a
consentir que los augurios sombríos tengan razón? ¿Vais a quedar atrapados en
las valoraciones que hagan Mutis y Standard & Poor’s…?
Interpelo para que no sea así y pienso: quizá serán
más pobres, quizá tendrán otros valores, quizá volverán a cultivar las tierras
que sus padres abandonaron… Quizá educarán a sus hijos mejor que lo hicimos
nosotros y serán mas felices con un plato de arroz blanco. Quizá serán calmados y recuperarán el sosiego para contemplar los
dones de la naturaleza y no perderán la vida detrás de un puesto de glamour.
Los jóvenes se han levantado, el 15 M ya es historia y
han dicho cosas que son su carta de presentación. Tenemos que confiar en que
están más preparados y pueden ser mejores que lo hemos sido nosotros...
El pensamiento rueda al compás que lo hace el mundo y
este no deja de moverse a velocidades de vértigo. El tren está en marcha y
ellos saben tomar siempre el vagón de cabeza. Es la ley de la vida…
Esta grieta que se abre es la puerta sin retorno, el
tiempo que se desliza entre los dedos, es la rendija del asombro permanente. Como he
dicho en ella entran todas las vanidades, se desploman lentamente. Ellos-ellas tienen
tiempo, no mucho pero más que nosotros, son fuertes, guapos-as y son como las
fértiles primaveras…
viernes, 13 de enero de 2012
El final de la ilusión
Jugamos: entre sueños esperamos el devenir, 2012. Tarragona
En la grieta mental que abre la sociedad del bienestar, en el pozo sin fondo de sus perversiones, ha nacido una planta voraz; el que la toca se fosiliza y al instante queda embrujado. El tiempo consume las voluntades y la nueva realidad nos ha puesto en el final de la ilusión; es el inicio de una nueva era y estamos en transito.
¡Será verdad la pérdida de una generación?
Interpelo para que no sea así y pienso: quizá serán más pobres, quizá tendrán otros valores, quizá volverán a cultivar las tierras que sus padres abandonaron…
Los jóvenes se han levantado, el 15 M ya es historia. Tenemos que confiar en que están más preparados y pueden ser mejores que lo hemos sido nosotros...
El pensamiento rueda con el mundo y este no deja de moverse a velocidades de vértigo.
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